Uno de los puntos negros de YouTube de cara a la industria será corregido por la compañía bajo la tutela de Google. A partir de septiembre esperan crear una librería de huellas digitales de vídeo que podrían ser utilizadas para comprobar los vídeos que se suban a la página. En pocos minutos se podría determinar si el material subido tiene copyright.
La noticia la dio uno de los abogados de la compañía, Philip Beck, que la representa en una de las numerosas causas pendientes que tiene precisamente por violación de la propiedad intelectual. La competencia de YouTube hace ya tiempo que ha incorporado sistemas de filtrado de los vídeos.
Según Cnet, el anuncio ha sido acogido más bien con escepticismo por parte de la acusación, para quien el sistema de filtrado de Google tendrá pequeño impacto sobre los daños ya causados. De hecho, la causa abierta en mayo por un grupo que incluye a las ligas europeas de fútbol solicita miles de millones de dólares en concepto de daños.
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